miércoles, 18 de mayo de 2016

¿Por qué tu mamá confunde tu nombre con el de tus hermanos?


Confundir y mezclar nombres es algo que muchos podrían atribuir a descuidos o incluso falta de interés en la otra persona, pero que según la ciencia no tienen nada negativo.
Una investigación realizada por expertos de la Universidad de Duke, Estados Unidos, quiso determinar cuál era la causa para estas confusiones tan comunes y el principal hallazgo es que suele darse entre personas que son cercanas y forman parte del mismo círculo.
Es mucho más probable que una madre se confunda los nombres de sus hijos, o incluso sus mascotas, ya que forman parte del mismo círculo, en este caso el de la intimidad familiar. Lo raro sería que en vez de llamarte por el nombre de tu hermano lo hiciera por el de uno de sus amigos o compañeros de trabajo.
Según los autores de esta investigación, el sexo o parecido físico de las personas poco tienen que ver en las confusiones de nombre. Por ejemplo, en el caso de los padres, las probabilidades de confundir los nombres de hijas o hijos con los de sus hermanos de igual o diferente sexo son las mismas.
Si un amigo te llamó por el nombre de alguien en el mismo círculo o compañeros de trabajo suelen confundir tu nombre con el de otro colega, no hay razón para preocuparse, ya que la investigación reveló que estas equivocaciones cognitivas se dan entre gente del mismo ámbito de relación e incluso a los que consideramos más cercanos.
Si bien los aspectos físicos no influyen en las confusiones, sí existe un pequeño factor que contribuye a mezclar los nombres y son las similitudes fonéticas.
Si tu nombre es Ana y en tu grupo de amigas hay chicas llamadas Juana, Andrea y Sofia, lo más probable es que de confundir tu nombre tu amiga lo hagan con el de Juana ya que fonéticamente se parecen.

¿Por qué tu madre confunde tu nombre con el del perro y no con el del gato?

Un hallazgo muy interesante de esta investigación, publicada en la revista científica Memory and Cognition, va por el lado de la confusión de nombres de personas por las de las mascotas en una familia.
Los investigadores consideraron bastante frecuente el confundir el nombre de humanos con el del perro de la familia y viceversa, pero no pasa lo mismo con otros animales domésticos como los gatos.
Si bien no están seguros porque los nombres de los perros pueden confundirse con el resto de la familia mientras que el de los gatos rara vez lo hacen, los expertos creen que se debe al tipo de interacción que los amos tienen con los felinos.
Estos expertos en memoria y comportamiento cognitivo creen que la causa estaría en que los gatos no suelen responder a su nombre y también en el tipo de relación que tienen con sus amos, ya que el lazo que les une a ellos no sería tan fuerte como lo es el que se crea con un perro.
La próxima que confundan tu nombre con el otro amigo o papá te llame por el de tu hermano o hermana no te sientas mal, ya que ello significa que para ellos eresparte importante de un círculo intimo y que simplemente se trata de una equivocación que le ocurre a cualquiera, no importa si tiene veinte, cincuenta u ochenta años.

martes, 17 de mayo de 2016

¿El mal humor es contagioso? La ciencia lo explica todo



Después de tomar desayuno sales feliz de tu casa pero luego de llegar al trabajo y estar en compañía de un compañero malhumorado te empiezas a sentir igual. ¿El mal humor es contagioso?




    La ciencia ha estudiado cómo las emociones puedes transmitirse de persona a persona y, sin quererlo, adoptar el estado de ánimo del otro. En el caso del mal humor, este parece ser aún más contagioso que las emociones positivas.

    ¿Por qué se contagia el mal humor?

    Comenzar el día con ánimo positivo significa que estarás más dispuesto a disfrutarlo y superar adversidades, pero tus esfuerzos pueden verse frustrados si una o más personas que están cerca tuyo tienen una nube negra sobre la cabeza.
    Dentro de la psicología existe el concepto de «contagio emocional» para describir el proceso en que el estado de ánimo de una persona se transmite a otras incluso sin necesidad de hablar. Diferentes estudios han investigado el tema y los resultados son muy interesantes.
    Según Dr. Gary W. Lewandowski Jr., jefe del Departamento de Psicología de la Universidad de Monmouth en Estados Unidos el mal humor es mucho más contagioso que las emociones positivas.
    Las personas solemos imitar no solo los comportamientos de otros sino que sin darnos cuenta copiar y adoptar sus estados emocionales, lo que se da especialmente entre gente que es cercana como por ejemplo parejas, padres e hijos, compañeros de trabajo o escuela e incluso equipos deportivos.
    Las emociones negativas fuertes como por ejemplo las que tienen las personas que sufren de depresión son especialmente contagiosas en las familias. Los hijos de personas deprimidas tienen altas posibilidades de verse afectados y condicionarse a desarrollar problemas como la depresión y el exceso de ansiedad.

    ¿Cómo se contagian las emociones?

    La psicología describe el Contagio emocional como un proceso de tres pasos en los cuales las actitudes positivas o negativas se transmiten al otro sin que se dé cuenta.
    El primer paso se da mediante la imitación leve de pistas sobre el estado de ánimo como por ejemplo expresiones faciales, postura y movimientos, luego viene la etapa en que tras imitar estas pistas no verbales comenzamos a sentir la negatividad, y para terminar las emociones de ambas personas se sincronizan; así el contagio de mal humor está completo.
    Mientras más cercana es la persona mayores posibilidades hay de contagiarse con sus emociones y en el caso de que la persona con mal humor tenga un rol de líder o poder su capacidad de contagiar las emociones es aun mayor.
    Si bien el mal humor es mucho más contagioso que el buen humor, las actitudes positivas también se puede traspasar de persona a persona.
    El consejo de los expertos es identificar a quienes suelen estar de mal humor y también a los que suelen tener una personalidad positiva, así comienzas el día en compañía de quienes pueden traspasarte su buena actitud y estás en menor riesgo de contagiarte y cargar con esa nube negativa el resto de la jornada.

    jueves, 21 de abril de 2016

    ¿Por qué las cucarachas siempre mueren panza arriba?



    La cucaracha es una de las especies más exitosas que tiene nuestro planeta. La selección natural jamás ha podido con ellas, y lejos de estar cerca de sucumbir, estos insectos son cada vez más comunes en todo el mundo, habiéndose expandido por todo el planeta gracias a la diversificación de rutas comerciales.
    Estos insectos tienen una resistencia estoica ante las adversidades. Una cucaracha puede llegar a soportar un mes sin agua, y entre dos y tres meses sin alimento. Son capaces de soportar un grado de radiación de entre seis y quince veces más que el que puede soportar un ser humano y lo más increíble: ¡las cucarachas pueden sobrevivir dos semanas sin cabeza!
    Quizás ya sabías todo eso... todo el tiempo hablamos sobre las características de estos seres que, siendo terriblemente desagradables, son extraordinarios. Pero bien, hay algo que apuesto a que no sabes: ¿por qué las cucarachas siempre mueren panza arriba?
    La explicación es muy sencilla, pero interesante. Las cucarachas mueren «panza arriba» por una razón fisiológica muy simple: al morir sus patas se contraen, esto hace que la cucaracha se ladee y de vuelta.
    Una vez en esa posición la cucaracha continúa muriendo lentamente: la contraparte negativa de ser una especie tan resistente es, justamente, que demoran mucho en morir y permanecen mucho tiempo en agonía.
    Si intentas aplastar una cucaracha con tu pie es probable que no se de vuelta... a menos que no termines de matarla y ella intente seguir en pie y finalmente sucumba de lado y así quede. Si intentas matar una cucaracha con insecticida sucede lo mismo, ya que este ataca su sistema nervioso central causándole espasmos que hacen que caiga dada vuelta.
    Pero cuidado, no te dejes engañar. Las cucarachas son tan astutas que suelen quedarse boca arriba aparentando estar muertas para así ahuyentar a las presas y poder escapar una vez éstas estén lejos.

    domingo, 10 de abril de 2016

    Dime cómo cierras el puño y te diré quién eres


    ¿Crees que todas las personas cerramos nuestro puño de la misma manera? Entonces deberías pedirle a tus amigos que lo hagan, y descubrirías que cada uno lo hace de una forma diferente.

    Algunos cierran el puño con el pulgar por delante de los dedos, otros por encima del índice, y algunos cierran la mano con el pulgar dentro. 




    Nadie nos enseña cómo debemos cerrar el puño cuando somos pequeños, por eso el modo en que lo hacemos responde a características inconscientes de nuestra personalidad.

    Cierra tu puño, fíjate con qué imagen coincide y descubre lo que significa.


    A

    Si cuando cierras el puño colocas el pulgar sobre tu dedo índice, probablemente eres una persona sensible y soñadora, aunque tal vez algo insegura. 

    Te sientes más cómodo cuando te protegen que protegiendo a otros. La sinceridad te parece un valor muy importante y te gusta ayudar a los demás.

    Seguramente eres entusiasta, curioso y aventurero, y te tomas la vida con calma. Te gusta sentirte integrado en los grupos y ser amable con todos, por eso a veces pueden intentar aprovecharse de tí. Pero sabes quién te trata bien y quién te trata mal. 

    Tal vez te cuesta un poco expresar tus sentimientos, sobre todo en la pareja, pero solo necesitas seguridad para ser más expresivo.



    B


    Las personas que al cerrar el puño cruzan su mano por delante de todos sus dedos suelen ser extrovertidas, talentosas y seguras de sí misma. 

    Si cierras la mano de este modo probablemente eres inteligente, pero además lo sabes, tienes un autoestima elevada y te preocupas por el éxito o el poder.

    Seguramente trabajas duro y eres obstinado. Pero, en contraposición a todo esto, puedes tener un corazón frágil que a veces te impide acercarte a las personas por miedo a que las cosas salgan mal.

    Además, tienes grandes expectativas, pero mucho miedo al fracaso. 

    Con respecto al amor, sueles pensar demasiado en tus errores y en el pasado, y eso a veces te hace caer en grandes momentos de tristeza. Te gusta más estar en pareja que solo, aunque a veces tú mismo te lo impides. 


    C

    Si cierras el puño con el pulgar dentro, eres una persona creativa y fuerte a la vez. Probablemente eres un buen comunicador, emocional y práctico, y te gustan el arte y las cosas bellas de la vida. 

    Puedes ser demasiado sensible, pero en otros casos eres muy manipulador. 

    Seguramente seas una persona callada.  No te molesta hacer sacrificios si es por el bien de alguien más.

    Eres flexible, libre y vives tus sueños. En el amor, buscas tranquilidad, al igual que el resto de tu vida.


    FUENTES:

    jueves, 7 de abril de 2016

    La ciencia dice que si sueles llegar tarde, puede que seas más creativo que los demás



    Estoy seguro de que alguna vez llegaste tarde a una cita, reunión o a la escuela. Pero si eres de esas personas que suele hacerlo, seguro ya te has topado con varios regaños por parte de tu jefe o quien te haya estado esperando. 

    Sin embargo, sé que nunca esperaste que la ciencia dijera algo tan esperanzador acerca de ti y de todos los que olvidamos un poco eso de ser puntuales.

    Según estudios científicos, las personas que andan tarde son más creativas y optimistas en la vida.

    La Universidad Estatal de San Diego corroboró que las personas que suelen llegar tarde a sus citas (denominadas TIPO B por el estudio) son más relajadas y tranquilas. Además de no ser tan tenaces, son mucho más adaptables a su entorno y son mejores realizando varias tareas simultáneamente (multi-tasking).

    Según el estudio, las personas TIPO B ven el panorama en general y no se preocupan por pequeñeces.

    La especialista, Diana DeLonzor -que también es autora del libro “Never Be Late Again” (“Nunca estés tarde otra vez“)- explica que quienes suelen llegar tarde, lo hacen en todas sus tareas y contextos. Además, cuenta que varios especialistas concuerdan en que este rasgo podría estar incrustado en los lóbulos del cerebro, aunque no hay certezas de ello, debido a la poca investigación existente.


    Al final, lo que queda claro es que llegar tarde es consecuencia de tu psicología y personalidad y que, al final, no es tan malo como dijeron tanto tiempo.