jueves, 21 de abril de 2016

¿Por qué las cucarachas siempre mueren panza arriba?



La cucaracha es una de las especies más exitosas que tiene nuestro planeta. La selección natural jamás ha podido con ellas, y lejos de estar cerca de sucumbir, estos insectos son cada vez más comunes en todo el mundo, habiéndose expandido por todo el planeta gracias a la diversificación de rutas comerciales.
Estos insectos tienen una resistencia estoica ante las adversidades. Una cucaracha puede llegar a soportar un mes sin agua, y entre dos y tres meses sin alimento. Son capaces de soportar un grado de radiación de entre seis y quince veces más que el que puede soportar un ser humano y lo más increíble: ¡las cucarachas pueden sobrevivir dos semanas sin cabeza!
Quizás ya sabías todo eso... todo el tiempo hablamos sobre las características de estos seres que, siendo terriblemente desagradables, son extraordinarios. Pero bien, hay algo que apuesto a que no sabes: ¿por qué las cucarachas siempre mueren panza arriba?
La explicación es muy sencilla, pero interesante. Las cucarachas mueren «panza arriba» por una razón fisiológica muy simple: al morir sus patas se contraen, esto hace que la cucaracha se ladee y de vuelta.
Una vez en esa posición la cucaracha continúa muriendo lentamente: la contraparte negativa de ser una especie tan resistente es, justamente, que demoran mucho en morir y permanecen mucho tiempo en agonía.
Si intentas aplastar una cucaracha con tu pie es probable que no se de vuelta... a menos que no termines de matarla y ella intente seguir en pie y finalmente sucumba de lado y así quede. Si intentas matar una cucaracha con insecticida sucede lo mismo, ya que este ataca su sistema nervioso central causándole espasmos que hacen que caiga dada vuelta.
Pero cuidado, no te dejes engañar. Las cucarachas son tan astutas que suelen quedarse boca arriba aparentando estar muertas para así ahuyentar a las presas y poder escapar una vez éstas estén lejos.

domingo, 10 de abril de 2016

Dime cómo cierras el puño y te diré quién eres


¿Crees que todas las personas cerramos nuestro puño de la misma manera? Entonces deberías pedirle a tus amigos que lo hagan, y descubrirías que cada uno lo hace de una forma diferente.

Algunos cierran el puño con el pulgar por delante de los dedos, otros por encima del índice, y algunos cierran la mano con el pulgar dentro. 




Nadie nos enseña cómo debemos cerrar el puño cuando somos pequeños, por eso el modo en que lo hacemos responde a características inconscientes de nuestra personalidad.

Cierra tu puño, fíjate con qué imagen coincide y descubre lo que significa.


A

Si cuando cierras el puño colocas el pulgar sobre tu dedo índice, probablemente eres una persona sensible y soñadora, aunque tal vez algo insegura. 

Te sientes más cómodo cuando te protegen que protegiendo a otros. La sinceridad te parece un valor muy importante y te gusta ayudar a los demás.

Seguramente eres entusiasta, curioso y aventurero, y te tomas la vida con calma. Te gusta sentirte integrado en los grupos y ser amable con todos, por eso a veces pueden intentar aprovecharse de tí. Pero sabes quién te trata bien y quién te trata mal. 

Tal vez te cuesta un poco expresar tus sentimientos, sobre todo en la pareja, pero solo necesitas seguridad para ser más expresivo.



B


Las personas que al cerrar el puño cruzan su mano por delante de todos sus dedos suelen ser extrovertidas, talentosas y seguras de sí misma. 

Si cierras la mano de este modo probablemente eres inteligente, pero además lo sabes, tienes un autoestima elevada y te preocupas por el éxito o el poder.

Seguramente trabajas duro y eres obstinado. Pero, en contraposición a todo esto, puedes tener un corazón frágil que a veces te impide acercarte a las personas por miedo a que las cosas salgan mal.

Además, tienes grandes expectativas, pero mucho miedo al fracaso. 

Con respecto al amor, sueles pensar demasiado en tus errores y en el pasado, y eso a veces te hace caer en grandes momentos de tristeza. Te gusta más estar en pareja que solo, aunque a veces tú mismo te lo impides. 


C

Si cierras el puño con el pulgar dentro, eres una persona creativa y fuerte a la vez. Probablemente eres un buen comunicador, emocional y práctico, y te gustan el arte y las cosas bellas de la vida. 

Puedes ser demasiado sensible, pero en otros casos eres muy manipulador. 

Seguramente seas una persona callada.  No te molesta hacer sacrificios si es por el bien de alguien más.

Eres flexible, libre y vives tus sueños. En el amor, buscas tranquilidad, al igual que el resto de tu vida.


FUENTES:

jueves, 7 de abril de 2016

La ciencia dice que si sueles llegar tarde, puede que seas más creativo que los demás



Estoy seguro de que alguna vez llegaste tarde a una cita, reunión o a la escuela. Pero si eres de esas personas que suele hacerlo, seguro ya te has topado con varios regaños por parte de tu jefe o quien te haya estado esperando. 

Sin embargo, sé que nunca esperaste que la ciencia dijera algo tan esperanzador acerca de ti y de todos los que olvidamos un poco eso de ser puntuales.

Según estudios científicos, las personas que andan tarde son más creativas y optimistas en la vida.

La Universidad Estatal de San Diego corroboró que las personas que suelen llegar tarde a sus citas (denominadas TIPO B por el estudio) son más relajadas y tranquilas. Además de no ser tan tenaces, son mucho más adaptables a su entorno y son mejores realizando varias tareas simultáneamente (multi-tasking).

Según el estudio, las personas TIPO B ven el panorama en general y no se preocupan por pequeñeces.

La especialista, Diana DeLonzor -que también es autora del libro “Never Be Late Again” (“Nunca estés tarde otra vez“)- explica que quienes suelen llegar tarde, lo hacen en todas sus tareas y contextos. Además, cuenta que varios especialistas concuerdan en que este rasgo podría estar incrustado en los lóbulos del cerebro, aunque no hay certezas de ello, debido a la poca investigación existente.


Al final, lo que queda claro es que llegar tarde es consecuencia de tu psicología y personalidad y que, al final, no es tan malo como dijeron tanto tiempo.