La estela asesina que ha dejado detrás de sí Alexander Pichushkin, nacido en 1974, es imborrable.
El más prolífico asesino serial de Rusia ha desbancando sin lugar a réplica a Andrei Chikatilo, el antiguo poseedor del macabro récord en aquel país.
Pero… ¿qué pinta el ajedrez en todo este asunto? ¿Por qué le llaman El Asesino del Tablero de Ajedrez?
Dotado de una habilidad inusual para jugar al ajedrez, Pichushkin sufrió la agresión de sus iguales primero en una escuela normal y, más adelante, en una para discapacitados a la que lo inscribió su madre.
No obstante, siguió jugando, y ganando, juegos de ajedrez (aún completamente intoxicado por las enormes cantidades de vodka que bebía) en el parque Bitsa, al suroeste de Moscú.
Pronto, un método mortal comenzó a fraguarse en su mente: Matar a una persona por cada casilla del tablero de ajedrez… un homenaje al inmortal juego.
No bastó su perseverancia: De las 64 casillas, y a pesar de haber sido acusado sólo de 14 asesinatos, confesó 61 muertes. Un tablero-álbum hallado entre sus pertenencias daba cuenta de sus abominables progresos.
Su método, inicialmente poco satisfactorio, constituía, en un principio, en matar a su víctima a fuerza de martillazos en la cabeza y luego encajar una botella de vodka en ella. Después, arrojar los cadáveres al sistema de drenaje del parque. Más adelante, buscando ya el reconocimiento y seducido por el sensacionalismo y la ola de terror provocada por sus actos, comenzó a dejar los cuerpos al aire libre para que todo el mundo los viera.
Ese fue, como sucede con muchos asesinos seriales, el fatal error: intentar vencer a los investigadores, “profilers” y científicos forenses en un medio ambiente cada vez más abrumador, o constrictivo, pues cada minuto se instala una cámara de seguridad más (hablando de un país desarrollado).
Y así fue descubierto Pichushkin: por la grabación de una cámara de seguridad que lo mostraba junto a la única víctima viva del asesino justo después de abandonar el metro de la ciudad, donde “reclutaba” a sus víctimas.
lunes, 10 de febrero de 2014
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