martes, 18 de febrero de 2014
El té verde altera nuestros sentidos
El profesor Karl Siebert, de la Universidad de Cornell, ha descubierto que aquellas personas que consumen té verde tienen mayor sensibilidad para los sabores ácidos. Esto, explica él, se debe a la gran cantidad de polifenoles que contiene este tipo de té, hecho a partir de la planta Camellia sinensis (de la cual provienen, entre otros, el té negro, el té rojo (pu erh), el té blanco y algunos más).
La diferencia está en que el té verde se fabrica con hojas poco fermentadas, con mínima oxidación, por lo que conserva una notable cantidad de cafeína y de los mencionados polifenoles.
Resulta que si una persona consume una taza de té verde, los niveles de polifenoles se elevan temporalmente en la saliva, y luego desaparecen prácticamente, pero en los bebedores habituales de esta infusión, los polifenoles se encuentran presentes la mayor parte del tiempo, lo cual modifica el sentido del gusto, siendo más sensibles a los sabores ácidos y al astringente.
La relevancia de haber demostrado la presencia de estas sustancias en la saliva es que la saliva se forma a partir del flujo sanguíneo, y los polifenoles son, en gran parte, los responsables de la baja incidencia de padecimientos cardiacos observada tanto en quienes beben té verde como vino tinto.
El estudio fue publicado online en la revista Food Quality and Preference.
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